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Liderar con resonancia

Por Pablo E. Vargas


A lo largo de mi trayectoria en investigación de mercados y formación de líderes, he confirmado una verdad que Daniel Goleman deja clara en su libro Primal Leadership (2002), escrito junto a Richard Boyatzis y Annie McKee: el liderazgo verdaderamente efectivo no comienza en la estrategia, sino en la inteligencia emocional del líder.



El concepto de resonancia, desarrollado en esta obra, describe la capacidad de un líder para generar un estado emocional positivo y contagioso dentro del equipo. No se trata únicamente de generar buen clima, sino de crear las condiciones neurológicas y emocionales que favorezcan el rendimiento, la confianza y la colaboración.


Investigaciones aplicadas para comprender la resonancia

Las conclusiones de Primal Leadership se basan en investigaciones aplicadas durante más de dos décadas, en empresas, hospitales, universidades y organizaciones de alto rendimiento. Richard Boyatzis aportó estudios longitudinales y análisis de competencias utilizando evaluaciones 360 grados, que permitieron mapear las habilidades reales de los líderes y su impacto en los equipos.


Estos estudios mostraron que los líderes más eficaces no se destacaban por tener un perfil técnico sobresaliente, sino por su capacidad para generar resonancia emocional. Además, se aplicaron escáneres de resonancia magnética funcional para observar la actividad neuronal relacionada con las respuestas empáticas, la autorregulación y la toma de decisiones bajo presión. Los hallazgos fueron contundentes: el estilo emocional del líder afecta directamente la fisiología, la motivación y la productividad de su equipo.


A esto se suma el descubrimiento del papel de las neuronas espejo, que reproducen internamente las emociones percibidas en los demás. Cuando un líder transmite calma, entusiasmo o confianza, sus colaboradores tienden biológicamente a imitar esas emociones. De allí que la resonancia no sea un concepto figurado, sino una dinámica real con base neurocientífica.


Conclusión

Liderar con resonancia no es un lujo ni una moda. Es una competencia basada en evidencia científica y con impacto demostrado en el desempeño de personas y organizaciones. Comprender la propia emocionalidad, gestionarla de forma constructiva, y sintonizar con los estados afectivos del equipo es lo que permite movilizar, inspirar y sostener el compromiso a largo plazo. Las investigaciones detrás de Primal Leadership nos recuerdan que el liderazgo no se impone: se cultiva desde adentro y se propaga desde la emocionalidad del líder hacia toda la organización. Liderar con resonancia, en suma, es liderar con inteligencia emocional, perspectiva sistémica y responsabilidad humana.

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